Imagen II

cuando estoy volviendo a casa, cuando el encargado me mira fijo al entrar, cuando veo un señor de morral cruzado que se va alejando en bici, cuando veo algo que se asoma por debajo de la puerta, cuando escucho el timbre, el teléfono, cuando veo sobres blancos, cuando veo sobres papel madera A4, cuando escribo una carta, cuando pienso en qué día estamos, cuando hablo de proyectos, cuando salgo a la vida después de una tarde gris siempre pienso en esa carta que aún no llega.

años de preparación para sentirme preparada para enfocar imágenes con los ojos cerrados, pero nada preparada para calmar la ansiedad de esperar una respuesta.

Imagen I

"Esta vida no puede servir de excusa para la próxima" -Martin Kippenberger

El mapa sobre el lomo

Los armarios, las puertas y la valija abiertos, todo sobre la mesa. Lo que está en juego y lo otro. Me dispongo a bocetar una nueva casa junto al pegamento en barra, lápices blandos, agua, colores y buen pulso.

La valija será el primer mapa -imagino-:
proyecto la superficie curva sobre el lomo,
trazo unas buenas pinceladas,
invento ciudades con los vértices de mis objetos más queridos,
asoman fronteras de bordes gruesos y finos de lo que puedo y lo que no,
todos los nombres adorados me los llevo en el esternón y en fotos,
tejo un sweater con sus risas, pelos, rulos, de su amor, ojos y de voces,
cuánto abrigo;
robo el azul indio del océano para noches futuras de intemperie,
meto rutas entrelazadas, enredándome,
y que abrazo por un buen rato,
pinto montañas reales y otras de pilas de libros,
en el borde la escala, que hará de gafas, y la latitud marcará el calor,
dos mares turquesas para cuando suba la marea, pueda navegar,
colores vivos de ropa usada, y gris vapor por si olvido.

El rumbo por estima se hace nuestro, algo ya está escrito en mi cuerpo.

Y es hora de que imagine el ruido del andar de sus rueditas por el pasillo.

Suelo cortar cadenas, confieso

La última la corté -sin querer, Chiru- porque me llegó justo en una semana que no me daba el cuero para hacerla, y después no la retomé por el mismo motivo. Sin embargo acá me quedo, hoy sí, intentando hacer algo con la que me pasa el encanto de Malenita. Ya respondió Alex y vamos a ver quién más se encadena y se libera.

-¿Cuánto tiempo tardás en escribir un post?
Antes tardaba mucho menos en escribir que en este último tiempo.
Cuánto tiempo es "este último tiempo"? Lo suficiente para incomodarme y buscar un cambio. O bajar un cambio. O exigirme menos.

-¿Cómo te gusta hacer los post, muy alegres, amenos, serios?
(che, la palabra post no tiene plural? Es posts. No me ofusco, pero vamos... Siempre necesité encontrar la forma de poder dejar entrever las cosas (?) que me atraviesan mientras “hablamos” acá, por eso es que uso paréntesis).

Ahora sí, volviendo al camino amarillo.
No todo lo que está posteado nació como algo para el blog. Para este blog.
No los pienso como post, no los pienso alegres, ni aburridos, ni rosas... a veces ni los pienso.
Hago el viaje y, tal vez, ésto sea una parada, una garita (me vino a la cabeza un post de Manón, la frase de Lennon y otras cosas).
Si tuviera que definirles un color éste sería el reflejo de mi estado de ánimo. Aunque muchas veces son un juego, primero conmigo misma, con otros y luego con los comentarios, porque no siempre hablo de MI aunque SEA parte de mi.

-¿A la hora de pensar un post piensas si a tus lectores les gustará o por lo menos les interesará?
(cómo es que antes decía “tardás” y ahora “piensas”? A esto le llaman castellano “neutro”?).

No pienso EN posts.
Pero sí puedo decir que me importa, interesa, roza la manía, La Forma.
Me meto en el juego de lo abstracto (la idea) y lo concreto (el post, en este caso). Deformación profesional? Seee.
Tal vez, escribo primero y luego le doy forma o bien, exactamente al revés; llamándole forma al resultado que queda en, lacarentedeunadimensión, la pantalla. Me gusta el detalle de que la forma sea parte de lo que quiero decir (no siempre me sale, eso está claro).

-Cuando ya sabes sobre qué postear, ¿te haces un esquema mental de cómo hacer el post o simplemente te sientas frente al ordenador y ya?
(no voy a poder acostumbrarme a la palabra ordenador, mecachendié. Diré chulo, guay, pero no me pidan que diga “mi ordenador” ni “pillar el bus” ni "hortera", aviso).

A veces de parada y ya.

No me gustan las estructuras predefinidas, de hecho, no me gusta contestar en este orden, cambiaría las preguntas, y me pregunto: por qué lo hago? Porque estoy en una zona de creatividad cero, porque no quiero cortarla y porque al libro no sé si llego.

Sin embargo, reconozco que uso y pienso planes. Y adoro los planos y mapas, por cierto.

-¿Pides ayuda a la hora de hacer o pensar en un post?
Nop. Aunque, hace tiempo, 2 veces saqué un post porque me hincharon los quinots algunos comentarios.

-¿Qué longitud suelen tener tus post?
Si largo es uno de Orsai y corto uno de Korochi, los míos son más bien cortos.
Pero alterno y no pienso en el largo como variable mientras escribo. Este está siendo mucho más largo de lo que me gusta.

-¿De qué tratan principalmente tus post?
De lo que me pasa. De la vida que que hay detrás de esto.

-¿Te gusta previsualizar tus post a menudo antes de publicarlos?
(berreta manera de hacer un estudio de mercado, no?).
Si.

-¿Finalmente, para ti qué es un post?
Algo que viene después. Y no lo digo en broma sino literal.

¿Qué verdura plantarías en tu jardín?

Llegué al punto oscuro -por llamarlo de algún modo- archiconocido donde dicen que está buenísimo porque después que lo atravesás deviene en catarata creativa.

Este punto telón confunde por creer que detrás de esto hay algo más que ésto.
O peor, quedarse en que ésto tiene que ser irremediablemente algo más que esto.