El día que nos pasaron a buscar 6 en un rambler celeste rural y nosotras éramos 3 esa noche. Tenían un colchón en el techo y el asiento de atrás tirado para adelante. Yo tenía una remera violeta y amarilla prestada, y fue la primera noche que no quise saber nada.
El día que dimos vuelta todos los bancos. Era 3er año de la secundaria, y ese año por falta de lugar nos mandaron a un aula del subsuelo, la que tenía bancos individuales y móviles. Una mañana, esperamos a la profesora de geografía con todos los bancos mirando para el costado izquierdo y nosotros sentados prolíjamente en ellos. Cuando llegó la profe nos pidió que nos diéramos vuelta. Le hicimos caso, giramos 90º más hacia atrás. Otras vez nos pidió que giráramos y giramos otros 90º.... así hasta que entre risas y tentaciones quedamos mirando hacia delante. Fue todo un juego, nunca habíamos tenido bancos móviles, sino fijos, antiguos y hermosos de madera.
Con el tiempo nos dimos cuenta que nos divertimos mucho en ese subsuelo sin ventanas.
El día que mi madrina me dio mis primeros tickets canasta para que invitara a una amiga a comer afuera. Tenía 13 años y con Meme nos fuimos a un bar del centro y nos sentimos grandes porque pudimos pedir lo que quisiéramos y pagar con esos tickets que no se sentían como plata (claro, no eran míos, muy distinto se vive ahora).
El día que tuve mucho miedo a la mañana porque me operaban a la hora; y lo primero que vi cuando abrí mis ojos fue tu cara. Una cara de susto totalmente comprensible. Y lo que viste fue una cara de entrega, ojerosa, labios blancos y te aterraste.
El día que me caí en la Facultad de Cs. Económicas en la escalera principal que baja del Aula Magna. Era un día de lluvia y la escalera estaba mojada, a mi prima le entregaban el diploma de contadora, yo tendría 15 años. Y cuando terminó la ceremonia todos bajamos juntos aunque yo llegué primero a la planta baja.
16 abril 2006
Colecciono recuerdos
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