Tengo que hacer un regalo. Y además que sea sorpresa. Claro, así me lo pidieron, con la excusa que vale la pena elegir la caja sorpresa porque te puede salir algo bueno. Ni va que te puede salir algo que no querías también. Pero ya está. La elección ya está confirmada.
El motivo del presente no me ayuda, pocas veces ayuda el motivo, un cumpleaños no motiva, navidad? Tampoco, ¿vas a reglar una bolita roja y nevada? Si además acá no nieva pero quienes comercializan este tipo de cosas pareciera que se cagaran en la latitud 34º S en que vivimos. Eso si, no me privo ni del turrón ni de las nueces y almendras (tradición que seguiré a muerte) pese a los 30ºC húmedos que soportamos.
Si tuviera que elegir, a mi también me gustan los regalos sorpresa. Los elijo una y otra vez. Este cumple que pasó me hicieron algunos regalos que estuvieron buenos, unos tuve que elegir yo y otros faltaron, pero lo mejor fue el llamado de Maggie a media noche. Cómo te extraño mujer! No vale que me cuentes que van a ver a los Bulls seguido o que van al vip de U2...
Sor-prender. Que no es ninguna hermana religiosa, tiene que ver con suspender unas décimas de segundo el aliento de quien recibe la sorpresa. Eso es lo que me encanta. No es simple. Se necesita un poco de perspicacia.
Motivo que motiva? La persona, sin duda.
04 mayo 2006
long 58º W
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Seguro que se merece la sorpresa.
ya se que regalar.
Ya te va a llegar.
espero que trates bien a mi paloma mensajera.
Y no la cocines a fuego lento... ya la envié para allá.
Publicar un comentario