No sabía que título poner, si el que quedó o Inglaterra y escuela.
Federico, un rubio de 5 años que me tiene totalmente atrapada, ayer me acompañó a ver el partido Inglaterra–Ecuador.
Hablamos de todo mientras miramos el partido, el color de las camisetas, que si eran Nike o Adidas, los botines de Pirulo, la hinchada colorida, la transmisión via Direct TV, los comentaristas que poco agregaban y mis explicaciones poco sabias sobre el fútbol inglés. Ese rubio todavía estaba despeinado, ambos con el pijama aún y el mate al lado del hogar prendido disfrutando de un despertar increíblemente lluvioso en el medio del campo en El Pueblo.
¿Qué por qué se creen los ingleses tan buenos al fútbol? –fue una frase repetida en la mañana de ayer. Sin importar los otros comentarios, de pronto vinieron los que hicieron escuela, los que dejan mella, los que surcan el corazón y desploman incluso al más fornido (si éste tiene corazón, claro).
Se nos acopla, mi primo (padre de aquel rubio encantador) a la ronda del mate-con-tostadas-y-dulce-de-leche frente al televisor.
Papá? –empieza el intrrogatorio Fede, voz quién queréz que gane?.
Ecuador –le responde.
Zi, con Vic también queremoz que gane Ecuador, eztamoz hablando de ezo –le cuenta.
...
Glup hace mi garganta cuando me doy cuenta del por qué a varias respuestas que escucho de la boca de mi primo. No era poco significativo ver el partido con un ex combatiente de Malvinas. Un combatiente-héroe-tipazo y mejor compañero para mi, mi familia y sus hijos. Que volvió un día, para empezar de nuevo.
26 junio 2006
Objetividad fuera del alcance de mis manos y de las de cualquiera.
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4 comentarios:
Un contraste bravo la mierda que traen las guerras con la belleza que regala el fútbol. Un punto medio del domingo las declaracions de Scolari, el técnico Portugués que describió el partido Portugal-Holanda como una guerra. (!)
Bienvenida.
Hola, kill!
Fue difícil escribir lo que sentí, porque fue difícil sentirlo.
Entiendo la belleza (o no) del fútbol pero entiendo el contraste de lo que viví ayer. Disfrutamos de la sjugadas, sin duda.
Y las palabras quedaban grandes, las preguntas de Federico iban más allá del deporte y las respuestas que tuvo fueron conmovedoras. De verdad.
No recuerdo la cita exacta, pero William James (el filósofo, el hermano de Henry James, el escritor) proponía que fuera en los enfrentamientos deportivos en los que se dirimieran las diferencias nacionales. Yo estoy de acuerdo: prefiero que 22 tipos se caguen a patadas durante 90 minutos y luego se intercambien sonriendo las camisetas, a todo el Fair Play del mundo en las canchas y las balas fuera de ella.
Qué buena forma de resolverlas.
También me motiva a estar de acuerdo!
pd: y una camiseta para la hinchada no me vendría mal... ;)
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