14 noviembre 2008

Al final todos tenemos algo que ocultar o una deuda que pagar

Me resultaba raro ver a una compañera de la fábrica de calzones que le prestara atención a la sarta de huevadas que otro andaba desparramando últimamente; él es quien ella tildó de grasa, simpático aunque camina parando el pecho y lo peor, un poco altanero.

En la fábrica tenemos a quien canta ópera, así de pronto sentada en su escritorio, al animal, al mago, a quien no para de hablar de la caquita de su hija, a la secretaria que no sabe marcar 0-800-VOLAR, "cómo marco palabras???" -nos preguntó un día-. Entonces me acordé de sumarle lo que me contaba un amigo con respecto a su fábrica, y me arriesgo a decir que es The Office temporada 5:

- Te conté alguna vez que un compañero llamó al Hospital Italiano para ver si te congelaban vivo???
(sigue) - ... y también quería saber si te guardaban 20 años, y en ese caso, cuánto salía? Jamás me cagué tanto de risa... Ojo, que no llamó haciendo una joda.
(no paro de reírme y él continúa)
- Y si a eso le agregamos: a la diseñadora con barba, al jefe incompetente, al que hace chistes sexuales en las reuniones de trabajo y al gordo que no deja que nadie le toque su tacho de basura...

(interrumpo)
- Nah, contame eso por favor.

- Tenemos también a la mala onda, al mentiroso compulsivo...

- Explicame lo del tacho de basura, por favor.

- Juan Carlos* es un personaje misterioso, es tipo gordito irlandés, con barba entre colorada y blanca, que cae con anteojos al mejor estilo Poncharelo y el típico buzo de Mickey, con campera de jean y jamás deja que veas su pantalla de la compu.
Por ejemplo en verano, como ahora, viene con campera y bermudas como un cartero yankee...
(sigue) - ... y uno de sus problemas es no dejar a quienes limpian la oficina le saquen la basura de su tacho. Es mas, él llego a esta oficina con SU tacho en la mano.
Golpea decididamente fuerte la barra espaciadora del teclado, pero la gran duda de esta oficina es saber qué carajo tira en ese tacho.
Las sonrisas e idas y vueltas de mi compañera, ayer las entendí todas.
Le pregunté sobre unos papeles que dejó a la vista pechito-parado y con cara de gata que la están bañando, me cuenta que él le estaba arreglando el motor del auto, de favor claro.

Pero lo del tacho de basura aún es una gran incógnita.


*a pedido de mi amigo lo rebautizamos, porque no tiene ni un poco cara de Marcelo, parece.