29 junio 2006

Las manos de mi tía

Hace unos días estuve hablando con Santi, él quiso que me cruzara con esta canción Como pájaros en el aire, aunque sus motivos eran otros, los mios son estos.

No hay palabras ni consuelo para mi estos días, y mi actitud caprichosa, inmadura y doliente no deja que te deje ir. Ya se que no hay retorno, esa puta enfermedad sí que es un viaje de ida.
Te vi y miré, me busqué en tus ojos pero no me encontré. No estabas ahí. Dulce como siempre, mucho más que tía. Ya no sos ese cuerpo que bien conserva la forma pero no el alma.
Sólo puedo decirte antes de romper en llanto cuanto te quiero*.
Cuanto valieron tus horas en la cocina para nosotros.
Cuanto valieron tus mañanas peinando a 9 y llevarnos apretujados en la camioneta todavía llena de harina.
Cuanto vale tu vida dedicada a mi viejo, ya sabés porque.
Cuan impresionantes son tus ojos, que 2 generaciones siguientes los llevamos con orgullo.
Cuanto significó para mi que al menos el abrazarte calmara ese no sé que (ese no se que mierda te pasa).
Cuanto nos enseñaste que 1+1 es 2, que a veces 2+2 es 5 y que lo tuyo es mio y que lo mio es lo de adentro.

La canción de Mercedes Sosa me dijo 3 cosas sobre vos,

Las manos de mi madre
Llegan al patio desde temprano
Todo se vuelve fiesta

...
Y la construyen con el trabajo
Arde la leña, harina y barro
Lo cotidiano se vuelve mágico.

...
Ellas se brindan cálidas
Nobles, sinceras, limpias de todo
¿cómo serán las manos del que las mueve gracias al odio?


*Dudo de cuánto exponerme, pero hoy me cago en la duda.

13 comentarios:

cuti dijo...

Lamento lo que está pasando. Supongo -como Ud. misma observa- que nada que podamos decirle servirá de consuelo. Lo único que puedo decirle es que sospecho fuertemente que las generaciones siguientes no sólo habrán heredado ojos impresionantes que llevan con orgullo sino una fortaleza no menos impresionante.

Estamos con Ud.

Anónimo dijo...

Posiblemente las cosas que no entendemos son las que más nos lastimen, posiblemente el retrogusto de lo inevitable nos aisle y nos paralice y nos haga llorar, posiblemente sea parte de un camino que tenemos que recorrer a regañadientes, pero recorrerlo al fin. Para decirle algo me ayuda Massive Attack, "No podés cambiar la forma en la que se siente pero podés poner tus brazos alrededor de ella".
Como dijo Alfredo, estamos para usted.

Angustiadisimo dijo...

lo siento mucho.
Todo ese dolor...

Lale dijo...

oh, vic, paso yo, ahora, permiso.
y me encuentro con esta canción que me remueve tanto también...

saludos! lindo blog

jmslayer dijo...

Este post realmente apena, pero no voy yo a hacer mas comentario que éste, no tengo confianza suficiente y soy un aparato para decir las cosas que se dicen frente a estos momentos. Sin embargo sí voy a mencionar algo sobre la canción, ¡qué hermosa frase esta!: Lo cotidiano se vuelve mágico.

celemin dijo...

El 27 hizo un año que la perdí...
No puedo decirte mucho...
Dolió tanto como dolía
verla sufrir cada día.

:-*

In-prudencia dijo...

Me siento atrevida con lo que voy a decir...
"La muerte no es una ausencia, es un cambio de presencia, así como un cambio de posición"
La mayor parte de nuestra vida nos estamos enfrentando a esos cambios de manera paulatina, pero a veces, la radicalidad toca nuestras puertas y nuestro corazón se enconge, se enconge porque nos llenamos de duda, de temor, de dolor.

No hay mucho que decir, nada que no esté dicho, nada que ya no sepa.

Espero que no te haya molestado mi comentario tan atrevido.

Besos y ánimo.

Anónimo dijo...

Vic, te quiero mucho, un beso.

* * * Seis * * * dijo...

A mi Mercedes Sosa solo me dice que no me gustaría ser como ella.
O sea, no quiero ser pseudozurdo, ni feo ni choto, ni ciego, ni no tener memoria para las malditas canciones que canta hace 4542 años!

Pablo dijo...

Lamento mucho leer esto... Lo único que puedo ofrecerte desde acá es un abrazo grande...

tdcambia dijo...

Vic, un abrazo grande desde aquí. Cualquier cosa, aquí estoy. Usted no me conoce, pero ya sabe que cuenta conmigo.

Caracol dijo...

Nada -creo- puede mitigar la inmensa pena que nos traen estos momentos.
Solo creo que tenes que contar con los que te quieren y ver en vos cosas de ella, que harán que de algún modo -bastante concreto- lleves con orgullo sus huellas.
Me enterneció.

Respetuosos abrazos de un desconocido reciente.

Caracol dijo...

Nada -creo- puede mitigar la inmensa pena que nos traen estos momentos.
Solo creo que tenes que contar con los que te quieren y ver en vos cosas de ella, que harán que de algún modo -bastante concreto- lleves con orgullo sus huellas.
Me enterneció.

Respetuosos abrazos de un desconocido reciente.