Creo que hoy (diecisiete de algún mes) podría contar cómo pasó, pero lo cierto es que el relato nace de sospechas, de conjeturas basadas en los sentidos que luego transformo en visos de verdad.
¿Lo resumo en algo preciso sin por eso parecer algo breve o escueto? Fue una noche de buenas miradas. Esas casi-que-llegan-a-ser-miradas, no por eso incompletas, no no... son miradas alargaaadas. Perfectas.
Una noche de otoño algo fresca y tibia a la vez, mientras él estaba con la mirada perdida en un punto, levanto la vista y me detengo en sus labios. Un rojo perfecto que me hablaba -recordando minutos atrás- con un acento lleno de relieves, labios apasionadamente tiernos que empiezo a recorrer y bordeo como queriendo dibujarlos con las yemas de mis dedos, tal vez parezcan tímidas -pienso- por ser la primera noche y zás, me mira e instantáneamente le quito mis ojos de encima. Abrazados, con mi mano en su bolsillo de atrás -creo que en ese momento se dio cuenta de mucho-, cruzamos la calle y siento un esbozo de sonrisa que me acariciaba pero que no miro. Y ahí queda.
Poco después siento un calor aguardando en la base de mi cuello que pasa al brillo del hombro, que me invade... y llega la vibración de sus labios a mi oído que me baja por la nuca hasta el tobillo -cuánto deseo que fuera su lengua- y me doy vuelta; cruzamos las miradas, esas que te hacen sentir desinhibidos pero misteriosos, empiezo a reír, sus ojos rozan mi pelo, suben... y bajan buscándome, yo sólo me río y sigo el paso. Un desencuentro cómplice, de aire pesado y cálido pero enteramente ya, nuestro.
Ese es el momento en que querés morir en el beso que viene, beso de rendición -la mía-, querés una noche que dure años (luz?), querés el final pero deseás cámara lenta de cada instante.
get closer /!/
20 julio 2007
En el beso
17 julio 2007
Santiago tiene un microcosmos que encanta...
y
una tabla de quesos. Queso amarillo y otros más blancos. La hueá en triángulos y tiras. Queso y vino. Vino en copas grandes, si. Queso philadelphia con encanto por arriba, especialidad de la casa dicen. Limón, limones, queso y pisco. Cerveza y jamón serrano, muchas risas pero esta vez sin queso. Santiago helado, de noche y jazz. La cordillera nevada a los pies... soñada. Feliz po'. En la cocina vos manteca y yo queso, manteca, queso, manteca, queso, manteca, queso, manteca -mierda, se me resbala. Qué risa y qué rico. Limón, pisco, más limón, esta vez sin clara de huevo -oia, se terminó la botella...
... y uno o dos días antes ella, esperándome del otro lado de las puertas de vidrio, apaga el pucho y se da vuelta hacia mi justo cuando iba a sorprenderla.
10 julio 2007
04 julio 2007
¿en qué estás pensando?
Y no va que en el instante siguiente a decirla quisiera amatambrarme los labios con el piolín más cercano.
Porque ¿en qué estás pensando? aparece justo en un momento inoportuno.
Interrumpe ese silencio de estar tirado en la cama mirando el techo con una idea aún sin forma. Ese silencio que orquesta el estar recostados al sol tibio de un invierno. O el que acompaña a leer el diario, de atrás para adelante, y colgarte de las montañas de la letra m para irte hasta la estratósfera...
Esa pregunta rebasa y ni siquiera sé si quiere la respuesta que viene a continuación. Sale con la espada desenfundada cortando el aire tenue.
Queda la sensación como si ella quisiera meterse en la cabeza entrando por el ojo izquierdo y con la punta filosa hojear cada recoveco del cerebro como buscando una palabra en el diccionario. Y no. No...
No, porque en realidad no tiene que ver con eso sino con un: me estás pisando el pie, me aprieta, vamos?, cambiemos de posición, esta complicidad del silencio me gusta o algo así...
29 junio 2007
El garca
A veces damos en el blanco ni bien lo conocemos, el garca -sea ella o el- se trasluce porque ladra sin fuerza.
Es ese que se escabulla en sus pensamientos pero se le nota en la órbita de sus ojos, se mueve con carita de ratón oliendo queso, pispeando si acá, si allá... en completo silencio y refregándose las manos. No se le escapa un sonido de más, ni los detalles y se sonroja por momentos. Difícil verle sangrar un dedo o saltar de alegría.
Lo ves porque no convida a menos que se lo pidan. Porque me quita esperanza quien por las dudas no confía, quien no se entrega a conocerse, cínica presencia ausente.
Puedo adivinar las intenciones descaradas de la mirada impudente pero no entender como ni cuando saltará. El misterio es que al no ser constantes o evidentes, al principio siembra la duda si es premeditadamente zorro o siquiera boludo egoísta que, en ambos casos, dibuja al garca en una combinación infalible.
Recibe muchas oportunidades pensando que fue un error por corto, tímido o insulso. Hasta que un día muerde el queso y confirma ante otros ojos su amarga forma sorda y zorreril. Hoy enredó la arrastrada cola en las rueditas de la silla. -No, dejá, ya no te tendré más en cuenta...
26 junio 2007
Buenos Aires
¿Dónde está la galleta? Soy capaz de irme, dejar Buenos Aires por unos días o una eternidad y no sentir su falta. Me voy a esos rincones de la Patagonia y realmente no quiero volver.
La última mañana en esas montañas me cuesta tanto*...
La Angostura, para mi, es un rincón de sol tibio que me quema adentro, es autenticidad que me da intimidad, es inmensa belleza y natural... esa nieve, ese lago, esa cotidianidad, una laptop, wi-fi y quedarme son una ilusión pendiente.
De momento vuelvo a Buenos Aires y siento que es el desorden, el ruido, los amigos y su calor, el humo, el deseo pero el temor y la imperfección.
¿Tengo algo arraigado tan adentro que no se me descubre sino cuando veo la desilusión en mis ojos al pisarla? ¿Qué fantasías pongo en este lugar? ¿Tengo expectativas que no logro interpretar? No es mi único lugar de pertenencia ¿Por qué la defiendo como una leona? Y puteo al verla.
Nunca pensé que -por momentos- pudiera dolerme mi ciudad.
*me acordé de Mafalda dentro del bosque de arrayanes sintiéndose tan chiquita como marte al lado del sol.
21 junio 2007
The Truth #34
...y esto tal vez no sea un juego, ni considerado olímpico, aunque necesite de buenas pelotas, canastas, rebotes y tiempos extras. Entonces, tal vez, sea amor redondo redondo, amor con razón y con locura, brillante desmesura.
14 junio 2007
11 junio 2007
Bienvenidos
Ya estoy en las últimas horas de terminar la mudanza. Vuelvo a vivir en la misma casa donde vivo hace 7 años la cual, ahora, es mi nuevo espacio.
Varios años me acompañaron cuadernos, fotos, apuntes, papeles, vida de estudiante, cartones, dibujos, lápices y lapicitos a los cuales siempre les concedí un espacio en mis escasos muebles.
En un principio no tenía ninguna etiqueta el orden nuevo, ni la redecoración era una idea fuerte. Pero había un impulso ahí y parece que decidí escucharlo.
Tiré de la punta del ovillo limpiando acá, desarmando, moviendo allá, desatornillando y agujereando paredes.
Solté tanto que bolsas de consorcio hicieron desaparecer la carga de ese pasado. Eso sí, dormí cansada pero liviana.
Deshojé horas de estudio, álbumes de fotos, tiré cds, facturas viejas, rompí en pedazos* papeles y algunos releí. Rescaté dibujos que aún esperan un lugar. Conservé muy bien recuerdos, fotos de viajes, sonrisas que todavía resuenan y actualicé portaretratos.
Me guardé con cuidado. Y salió todo tan natural... es que entre él y yo hay ganas de buena vida.
*me encanta romper en mil pedazos y no suelo hacer bollitos.
-Adelante sí pasá no vos primero ah gracias qué liiindo una cerveza? sí dale.
06 junio 2007
Retrato de un ahogo
Ana,
...cada vez pretendías más que fuera quien no soy, que te diera lo que querías así componías tu modelo-para-armar sin medir cuánto cuerpo no estoy dispuesta a entregar, porque el egoísmo te quema las entrañas sin dejarte ver que podrías alegrarte al verme feliz tanto como alegría propia -porque también es mi vida-, y que quiero apostarle a esto con el alma sin atender reclamos -cómo cansan- absurdos que reflejan que cada vez pretendías más...