29 marzo 2006

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La gente está mal de la cabeza.
Voy a pedir un minuto de silencio para que hoy regresen varios a sus cabales.
[60... 59... 58...]
Listo. Estoy mirando a mi alrededor, viendo si cambió algo; pero vamos a darle la ventaja a algunos, que tal vez, todavía no se avivaron que le estaban tocando el hombro: Ey... a vos... si, a vos.

Los que no perdieron su juicio perdieron algo mucho más pesado, la dignidad y la nobleza (gaucha o guacha).
Hablan mal de unos, bien de otros cuando les conviene, suelen soplarse la nuca, inventar lo que no se les cuenta, desafiar al más débil, buscar al más cabrón, pero a la hora de hablar con la verdad se ponen colorados y titubean comprobando que no son tan transparentes y abiertos como dicen serlo.
Se mueven en grupo, porque solos se doblan como un papel y planean como un avioncito. Y no como el que hizo Bono el 1 de marzo pasado.
Jajaja, me descargué, gracias.
Pero existen.
Están por acá.

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