25 enero 2006

Detalles según como se los mire.

Está claro que las relaciones humanas no son simples. Y que no tienen un trascender lineal. Aunque podría ser una línea espacial, a veces curva, o que se encierra en sí misma, loxodrómica, y a veces con vértices, con partes rectas; son las 3 dimensiones, nuestra visión del mundo.

Vi una película que era tan real y concreta que me desconcertaba por momentos.

Esa necesidad de hacerlo todo bien... ahhh

Me enfrento a mi misma. Tanto que a veces me convence una parte y otras me gana la opuesta.

Me cansé de cambiar billetes por monedas para viajar en bondi (colectivo).

Es bueno viajar para saber si estás realmente unido.

24 enero 2006

Un recuerdo

Hoy cumpliría años Pipo. No pasa un 24 de enero que no piense en vos; y que esos pensamientos no viajen a El Pueblo, la plaza, la estanciera, mi viejo, las noches de póker y habanos, amigos. Y lo que vale la amistad.

Hoy decido abandonar cualquier estrategia que planea mi mente para recordarte.

23 enero 2006

La picardía de conocerse

Podés conocer sin realmente conocer a quien tenés cerca. Podés salir, comer, bailar, hablar y disfrutar y sin embargo no tener el más mínimo conocimiento del otro en cuanto persona única e irrepetible. Es tal vez un “conocer” volátil.
Puedo saber si me divierto o me cae bien o me hace reir, pero no podría responder a que le teme, quien le irrita, cual es su ideología, sus incertidumbres y sus mayores anhelos.
Urge, así, hablar, para cometer esa picardía. Disfrutar uno para que el otro disfrute aún más.

Por más exigente que me ponga, por más que busque levantando todas la rocas del planeta y recorra cada rincón de las ciudades, me voy a dar cuenta que ésto es ser. Por algo los verbos en español ser y estar están bien diferenciados, lo que nos hace falta es unirlos.

Imagino ser una marinera en altamar, subida al carajo y mi ropa queriéndose volar por el fuerte roce del viento, mirando sin ver nada más que agua, esa sensación de inmensidad, donde se hace fácil soñar con grandes cosas. Fantásticamente increíble. Esa quietud de los días la cambiamos rápidamente como cuando izamos una vela llena de color al viento y se infla al cielo con orgullo. Como dice M. Proust a veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas, y no nos deja soñar y creer que el mar se mueve, cambia y llega a la orilla cuando quiere y como quiere.
Esos proyectos para que sean sólidos es fundamental que se construyan sobre roca y con madurez, como la confianza que le tengo a mi barco que me lleva sobre esas aguas llenas de incertidumbre.

Cuando conocés a alguien inmediatamente se convierte en compañero de aventuras. Cada uno con sus sueños, miedos y anhelos; pero viajás sin preocupación, sin temor, sin miedo porque sabés que al final allí está.

13 enero 2006

Más que atandocabos, desanudandoaños

Confieso. Haber odiado. Haber dejado. Alguna vez sentirme amada. He llorado. He viajado en tren, avión, barco y bote. He paseado en lancha, auto, bici, moto y yegua. También en petiso di una vuelta, en triciclo, en patín, patineta, taxi y avioneta sobre el lecho de un rio seco. He olvidado. Recuerdo bien. He mentido. Sufrí. He tomado de más. He dicho cosas que no debía. He vomitado hasta no tener nada adentro. He tocado el cielo con mis manos. He pensado en la muerte como salvación. He disfrutado mucho a mis amigos. He extrañado hasta llorar sin poder parar. Vi como un alma deja un cuerpo en mis brazos. Ahí he comenzado a creer. He gritado hasta quedarme afónica. He visto el rio furioso por la humanidad. He sentido el viento rugir en mi ventana. He sido feliz. He vivido una infancia increible. He sido rebelde sin sentido. He preparado sorpresas inolvidables. He reído hasta hacerme pis encima. Me he rebelado a imposiciones. Me he vestido de negro con borseguíes. He jugado con mis amigos hasta quedarme dormida. He bailado hasta quedar completamente mojada de transpiración. He mirado a los ojos y visto el alma. Me he tirado de un auto en movimiento. He pensado que me ahogaba. He soñado con quienes se fueron de esta tierra. He conocido rincones que enriquecen mi alma. He amado tanto que duele como una piedra en el pecho.
No basta con haberlo vivido sino seguir deseándolo, no?
He tenido miedo.
Escucho música y mi interior, vuelo bajo por ahora, pero estoy mirando el cielo y me muero de ganas de atravesar esas nubes (que hace días nos azotan encapotando la ciudad) montada en mi amigo falcor.

11 enero 2006

Vino para quedarse.

Sin duda la lluvia trae cambios, kp; al igual que el cambio de año, o el concluir con un trabajo o una labor importate o volver de un viaje.
El tema es qué hacemos con eso.
Podemos empezar con un corte de pelo (cambio de imagen no solo el corte de las puntas), según el saber popular significa aquí comienza el cambio, señores. Confieso que lo he hecho, aunque reconozco que no siempre mi hada dio en la tecla. Tal vez la culpa la tuvo el peluquero...
¿Existe mi ángel de la guarda? ¿Hay almas gemelas?
La lluvia provoca. Provoca muchas cosas.

10 enero 2006

Llueve sobre Buenos Aires

Los días de lluvia son especiales, no?
A mi me dan ganas de compartir, compartir esas gotas que caen (bah, hoy a la mañana parece que no eran tan románticas esas gotas, porque me empapé bajo la flor de lluvia que azotó a Buenos Aires a las 7,20 de la mañana).

Me inspiran a divagar, charlar y reirme de los sutiles detalles.
En estos momentos vuela en el aire la empatía, el intelecto, la imaginación, la compasión y la humanidad.

Supongo que por eso se dice qué bueno comer unos bizcochitos tomando mate...! No porque la lluvia de hambre, ni porque el mate rompa con la humedad ambiente, sino porque lo interesante, y a veces difícil de conseguir, son esos momentos donde contamos confidencias, historias (verídicas o no) o trabas que uno tiene. Para qué quedárselas? Si uno ya las sabe de memoria.
Por qué guardar? Si sólo lo se yo y me lo guardo para mi, para dejarlo dejarlo sobre la almohada, me aburre. Yo ya conozco todo lo mio. Qué bueno que es conocer lo tuyo! Qué divertido es saber por qué te despertás entre la noche o por qué no sabés escribir con la izquierda, y también por qué te gustan tanto los chocolates... Mi papá ama los chocolates y me hizo adicta a mi también, para mi el helado es de chocolate amargo y chocolate con almendras! Podemos juntarnos y comer chocolate... no?

*La imagen es de jparedes.